viernes, 18 de junio de 2010

En Londres con Bon Jovi.


El fin de semana del 12 al 14 de junio estuve en Londres, en el estadio O2 arena, para volver a ver a Bon Jovi en directo, en uno de los conciertos de los doce (si no me falla la memoria) que van a dar en la capital londinense este año. Tan sólo una semana después del Rock in Rio en Madrid, mi amiga Elena y yo nos subimos al avión para volver a disfrutar del mayor de nuestros vicios.

Llegamos el sábado a medio día, nos alojamos en nuestro hotelazo (sí, aunque parezca mentira, porque en Londres los hoteles dejan mucho que desear, pero éste en el que nos hospedamos era nuevo, estaba muy limpio, y hasta tenía ordenador con conexión gratuita a internet :). Y encima estaba muy cerquita del Big Ben) y ya dedicamos la tarde entera a hacer turismo. Visitamos lo más típico (ya conocíamos la ciudad, pero me sentí como si la viera por primera vez), el Big Ben, las casas del Parlamento, Trafalgar Square, el palacio de Buckingham, la Abadía de Westminster, la zona de Picadilly Circus... la tarde/noche dio muchísimo de sí y cuando regresamos al hotel estábamos literalmente reventadas.

El domingo por la mañana fuimos al Madame Tussauds (museo de cera de famosos) para ver la estatua de cera de Jon Bon Jovi, peeeero, mala suerte. Nos dijeron que su estatua estaba en Las Vegas pues, por lo visto, van viajando de país en país. Como teníamos el tiempo limitado, decidimos no entrar al museo y marchamos para el Convent Garden, distrito muy famoso por sus mercadillos, bares, restaurantes, actos culturales.... y ahí pasamos el resto de la mañana.

Hacia el medio día y después de comer, emprendimos el largo camino en metro hacia el O2 arena. En esta ocasión, agradezco enormemente el no haber tenido que hacer colas!!! porque mi cuerpo todavía no se había recuperado del todo de las horas pasadas bajo el sol en las colas del Rock in Río. El O2 se caracteriza por ser un lugar cerrado donde hay asientos no sólo en las gradas, sino también en la pista (como el Madison Square Garden de Nueva York, vamos) y todo el mundo tenía su asiento numerado. Nuestra posición era muy buena, mejor de lo esperado porque cuando adquirimos esas entradas, no pudimos elegir la zona, tuvimos que dejar esa cuestión en manos del azar. La suerte nos acompañó y el escenario estaba más o menos cerca y teníamos una buena panorámica al estar ubicadas junto a un pasillo, sin cabezas inoportunas tapándote la visión... (bueno, hicimos un pequeño chanchullo, jaja).

Luego las luces se apagaron y el sueño comenzó otra vez.... Esta es la parte más difícil de describir porque siempre me quedo sin palabras y adjetivos, y eso que la lengua castellana es muy rica en unas y otros!!! Seria muy reiterativo decir que fue maravilloso, fascinante, glorioso, mágico... pero es que fue todas esas cosas y no puedo evitar utilizarlas una y otra vez. Fue un auténtico espectáculo de música rock digno de ver.

Probablemente, éste haya sido uno los conciertos (ya no sé si mejores porque todos me lo han parecido) más especiales de todos a los que he ido, pues hacia la mitad se produjo el gran MOMENTAZO. Muy próxima a donde nosotras estábamos, había una pasarela anexada al escenario, y fue allí, en ese lugar privilegiado, donde Bon Jovi tocaron cuatro canciones!!! La cercanía y las canciones escogidas para tocar en ese lugar, hicieron que ese momento fuera pura magia, y que todavía persista en mi cabeza arrancándome un montón de emociones.

Como anécdota a resaltar, yo tenía el enorme deseo de que tocaran una canción en particular que todavía no había tenido la suerte de escuchar en directo. Esa canción es Make a memory, la que suena en mi blog, la que ecuchaba incansablemente cuando me hallaba escribiendo Bajo el cielo de Montana y que me sirvió de inspiración, la que, de tocarse, me habría tomado como un regalo de cumpleaños porque al día siguiente era eso, mi cumpleaños. Y entonces sonó, allí, delante de mí, mi deseo cumplido... el regalo de cumpleaños que tanto ansiaba... Qué satisfacción, no os lo podéis ni imaginar. Y por si escuchar Make a memory no fuera suficiente, fue enlazada con Bed of roses, que esta sí que la he escuchado muchísimas veces en directo pero, al ser probablemente mi balada favorita de Bon Jovi, jamás me canso de escucharla y siempre me arranca un montón de emociones y sentimientos.
Me he pasado un montón de meses esperando ansiosamente que llegaran los conciertos de Bon Jovi, y otra vez se me han clavado en el alma. La aventura ya ha terminado, pero el sentimiento perdurará para siempre.

Ahora la pregunta es... ¿para cuándo volvemos a vernos?

Un pajarito me ha dicho que, seguramente, el año que viene :)))

Os dejo unas fotos de Londres y otras del concierto.


martes, 8 de junio de 2010

Gracias Bon Jovi.

Cuánto tiempo deseando ver a Bon Jovi en directo y qué rápido se pasa todo... cuando esperas que suceda un hecho con tanta ilusión y expectación, es imposible no sentir un regusto amargo cuando todo finaliza. Una vez más (ésta ha sido la octava) la experiencia de ver a mi banda favorita sobre un escenario ha sido mística, sublime, emocionante y maravillosa. Por eso, cuando todo termina y regreso a casa, las palabras que más repito y que mejor definen cómo me siento son: Gracias Bon Jovi. Gracias por ser la banda sonora de mi vida.
Y ahora os cuento un poco cómo fue desde que llegué a Madrid nerivosa e ilusionada, hasta que regresé a Albacete emocionada y melancólica.



Sobre las 12 de la mañana del viernes 4 de junio llegué a la estación de Atocha de Madrid, donde había quedado con mi amiga Chus, a quien tengo que agradecerle especialmente todas las molestias que se tomó conmigo y la paciencia que demostró tener durante el largo rato que estuvimos en la puerta del hotel Palace. Gracias Chus por todo.

Tras llegar a Atocha, lo primero que hicimos fue ir al hotel a dejar mi maleta y allí en recepción, me encontré con mi amiga Salud y toda su familia. Ella es Sevillana y compañera de aventuras y conciertos desde hace un siglo por lo menos. Desde allí fuimos al hotel Palace donde, en esos instantes, Bon Jovi estaban dando una rueda de prensa y entrevistas para los canales de televisión. No tuvimos la suerte de que salieran y como ya era bastante tarde y no habíamos comido, tuvimos que abandonar para cargar pilas, que el día iba a ser muuuuuuuuy largo.

Después de comer, Chus me llevó a la Ciudad del Rock, que estaba muy cerquita de Arganda y entonces se me cayó el alma a los pies, porque hacía un calorrrrrrrrrrrrrrr. Imaginad un descampado sin una sola sombra, con más de 30 grados a las 4 de la tarde... la gente que ya estaba en las colas se había llevado paraguas consigo para protegerse del sol, pero ni aún con esas. Fueron tres horas de cola que se me hicieron muy largas, y eso que otras veces he estado en colas durante mucho más rato, pero el calor era muy sofocante.

A las siete de la tarde abrieron las puertas. Previamente ya me había reunido con mi amiga Salud y ya fuimos en busca de nuestra posición, muy cerquita del escenario para nuestro deleite, aunque en este concierto había una separación enorme entre el escenario y las primeras filas, supongo que a consecuencia de toda la prensa que había allí congregada puesto que lo iban a transmitir por televisión.

Desde las 7 de la tarde hasta las 12:30 que salieron Bon Jovi, fueron unas cuantas horas de calvario aunque ahora ya estábamos más cómodas, había sombra y por lo menos podíamos estar sentadas en el suelo. Al ser un festival tocaban otros grupos que particularmente no me gustaron nada, ni a mi, ni a la mayoría de caras que podía ver a mi alrededor, que no paraban de resoplar del aburrimiento. Uno era Macaco (insufrible, lo siento por quién le guste) y los otros fueron Pereza (un coñazo con letras mayúsculas, y lo siento también si hiero los sentimientos de alguien). Dicen que palos a gusto no duelen, y es verdad, porque una puede aguantarlo casi todo con tal de que al final se encuentre con su recompensa. Y vaya recompensa... En fin, ¿qué puedo decir que no haya dicho ya? Quien me conoce sabe de sobra cómo vivo los conciertos de Bon Jovi, y quien no, pues simplemente decir que fue IMPRESIONANTE. Podrá gustarte más o menos la música que hacen, pero no creo que nadie pueda salir indiferente tras asistir a uno de sus directos. La fuerza, la profesionalidad y la interacción que se produce entre el público y el grupo, es un espectáculo digno de ver.
En definitiva, fueron dos horas frenéticas y memorables. Por desgracia, el concierto duró menos tiempo del que nos tienen acostumbrados porque se trataba de un festival con los tiempos establecidos, pero ese es el único punto negativo que podría mencionar, el resto fue de matrícula de honor, como siempre :)

Y el domingo 13 de junio nos vemos en Londres!!